viernes, 28 de noviembre de 2014

Madre de María Teresa e Iztel no las maltrataba solo las dejaba solas todo el día por la necesidad de trabajar.


Por Yohali Reséndiz

26 de Noviembre de 2014

Evelyn se despidió de María Teresa y de Iztel como todos los días. "Hay que ir a trabajar, se portan bien" dijo y a cada una les dio la bendición y un beso en la mejilla.

"Les echas un ojito" dijo Evelyn a una vecina que de vez en cuando vigilaba que las niñas estuvieran bien.

Evelyn, es madre soltera y trabajaba de 9:00 am y regresaba a casa a las 21:00 horas todos los días de la semana. "Yo las amo, pero por trabajar las descuidé"

El pasado 26 de noviembre, Evelyn llegó a su casa entre las 21:00 y 21:15 horas, tocó la puerta de su casa esperando que abrieran sus hijas. Evelyn no llevaba llave de su casa y al darse cuenta que nadie abrió, le pidió a un vecino que le abriera, el vecino se brincó para entrar a su domicilio y al entrar se dio cuenta que sus hijas no estaban pero la luz y la televisión estaban encendidas. Las mochilas de sus hijas, estaban donde siempre, ellas sí habían comido, lo intuyó porque había tortillas en el comal y encima de la mesa láminas escolares, por lo que Evelyn pensó que estaban haciendo tarea.

El 27 de noviembre de 2014, a las 09:55 horas, la Evelyn madre de las menores se presentó en la Agencia de Atención Temprana de la PGJEH ubicada en La Providencia e inició la carpeta de investigación número 12-2014-00170. periodismoatodaprueba.blogspot.com pudo conocer la declaración de Evelyn, madre de las pequeñas desaparecidas, donde Evelyn refirió que encontró el uniforme de una de sus hijas en la cama, y que de la otra menor no, por lo que pensó que todavía lo llevaba puesto, además declaró que una vecina, de quien refirió no saber su nombre, y que diario va por las niñas y las lleva a escuela le informó que “había visto a sus hijas como a las cuatro o cuatro y media de la tarde”.

A partir de la denuncia presentada ante la PGJEH, se realizaron diferentes diligencias periciales y ministeriales, además del lanzamiento de una Alerta Amber para su localización

Dos días después....

María Teresa Moreno Echeverría (8 años) e Itzel (4 años) fueron localizadas sin vida por elementos del cuerpo de Bomberos quienes al realizar una búsqueda con equipo de buceo las localizaron en un depósito de agua ubicado en la parte trasera del fraccionamiento.

De acuerdo con el protocolo de Necropsia, se desprende que los cuerpos de María Teresa e Itzel no presentan lesiones externas, internas ni sexuales y la causa de su lamentable fallecimiento fue asfixia por sumersión.

Descansen en Paz...

¿Tienes una denuncia?
periodismoatodaprueba@gmail.com





viernes, 21 de noviembre de 2014

¿QUIÉN GOLPEÓ A ESTA REPORTERA? #FueElEstado


Por Yohali Reséndiz

"El Paro Nacional" pacifico había llegado al adolorido corazón de la Ciudad de México.

Cientos de ciudadanos y padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos habían avanzado por sus arterias en tres marchas.

A esta reportera se le asignó cubrir el contingente del Ángel de la Independencia para los distintos medios de Grupo Imagen (98.5FM, 90.5FM, ExcélsiorTv, CadenaTres y Periódico Excélsior) para los cuáles trabajo. Aquella marcha multitudinaria reunió varias organizaciones, ciudadanos, niños, padres de familia y estudiantes que llegaron al Distrito Federal desde distintos puntos de la ciudad y del país....

Ya no cabía un alma en el zócalo y así, frente al mundo, una joven con voz clara y fuerte leía y exigía el siguiente pliego petitorio:

1) La presentación de los 43 estudiantes vivos levantados en Ayotzinapa el pasado 26 de Septiembre.

2)La salida del Presidente Enrique Peña Nieto

(fue entonces cuando la multitud convocada señaló un cartel con la fotografía de Enrique Peña Nieto y gritó: ¡Asesino! ¡Asesino!)

3)Habrá una nueva marcha el 1 de Diciembre -dijo- y también tomaremos de manera simbólica el zócalo de esta ciudad, el 6 de diciembre. A su vez, en el templete, las lágrimas de algunas madres rodaban por su rostro, mientras que los puños de los hombres eran levantados en señal de lucha y protesta. Entonces, justo en ese momento, un pueblo solidario y herido comenzó a contar:

1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11,12, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 20, 21, 22, 23, 24, 25, 26, 27, 28, 29, 30, 31, 32, 33, 34, 35, 36, 37, 38, 39, 40, 41, 42, 43....¡JUSTICIA!

Recuerdo haber visto la hora, 20:15 marcaban las manecillas de mi reloj, era la hora en que terminaba no un desfile sino una marcha de un pueblo contra el gobierno. Un pueblo, que ya despertó.

Pronto, las personas comenzaron a arremolinarse, a pesar de ser un lugar abierto hubo algunos apretones, pero rápidamente se abrieron espacios y comencé a buscar con la mirada a Miguel Mata, mi camarógrafo. No lo encontré. Mientras me abría paso entre la gente, escuché voces que hablaban con orgullo de la respuesta a la convocatoria. Las parejas se abrazaban, las familias se les veía contentas, satisfechas, los niños corrían alrededor de sus padres.

Luego.....reinó el caos y la violencia.

Un grupo de 150 jóvenes encapuchados aproximadamente comenzó a aferrarse a las vallas metálicas colocadas alrededor de Palacio Nacional y comenzaron a arrojar botellas a los elementos de seguridad que formaban el perímetro de resguardo. Mi celular sonó. Una compañera de Excélsior Tv me anunciaba que en minutos entraría en vivo. Casi al mismo tiempo, uno de esos jóvenes encapuchados se logró colocar arriba de las vallas frente a la puerta principal de Palacio Nacional y comenzó a retar a la autoridad, detrás de él decenas de jóvenes lo respaldaron y forzaron la violencia.

Minutos después, aquel joven retador brincó mientras los demás celebraban, logró esquivar a los policías hasta llegar a la puerta principal, pero en segundos fue encapsulado. Mi celular sonó de nuevo y comencé a narrar lo que mis ojos veían y mis oídos escuchaban. Lo único que recuerdo es que un mar de personas se me vino encima y cuando mencione: "un grupo de encapuchados ha comenzado a retar a la policía (lo cual fue cierto)" uno de esos cientocincuenta jóvenes encapuchados volteó y furioso me soltó un puñetazo en la cara. Lo que vino después fue un sabor a hierro en mi boca y comencé a sentir un liquido caliente salir de mi nariz. Una señora me ofreció papel de baño y me apretó el tabique nasal para detener la hemorragia, yo sentía mi mejilla caliente y por un momento....que mis dientes se caerían, me armé de valor y quise sentir los daños con mi lengua por dentro mi mejilla y un escalofrío me recorrió...sentí un corte horizontal en la encía superior izquierda. La adrenalina a flor de piel.

Comenzaron los bombazos.

Mi celular no dejó de sonar y respondí a los enlaces hasta que se acabó la pila, comencé a reportar los hechos desde dentro del ojo del torbellino de violencia que se formó. Narré como los ciudadanos suplicaban a los policías: ¡No a la Violencia!

Consigné como la policía se había llevado a varios jóvenes. Y también que la policía golpeaba a adultos mayores o mujeres y que en segundos el Zócalo se había convertido en una batalla campal entre policías y ciudadanía harta y cansada de abusos policíacos.

También al aire, di cuenta de cómo los ciudadanos con desesperación trataban en vano de rescatar de las garras de la policía a los jóvenes que se llevaba. Describí el enfrentamiento de padres y madres de familia contra la policía y cómo los rostros de la policía sonreían porque ni siquiera los rasguñaban.

Hubo un momento en que David Santiago, Reportero de Grupo Radio Centro al dar su reporte informativo se quedaba sin saberlo entre un retén de la policía. Al ver esto, corrí y lo tomé de la mano para sacarlo de ahí, luego por supuesto me disculpé y le expliqué. De verdad, todo era un caótico.

Los minutos pasaban y aquella violencia no disminuía, ciudadanos corrían de un lugar a otro tratando de encontrar un lugar seguro. En otro enlace hablé sobre el valor de la ciudadanía y cómo logró encapsular bajo consignas reales y de paz a la policía. En mi crónica relaté que la ciudadanía ya había perdido el miedo, y que al grito de "Somos más" lo ocurrido quedaría escrito para siempre en la larga historia de hartazgo que se escribe en este país desde hace muchos sexenios.

Cualquier político puede minimizar lo que ayer ocurrió. Cualquiera puede hacer su análisis sobre el tema. Lo único cierto, es que el golpe a esta reportera se quiera o no, me lo dio el Estado, por su ineficacia, inestabilidad, ingobernabilidad, incapacidad, ante las tragedias que viven cientos de familias mexicanas, no sólo 43.

Tengo muy claro, que el puñetazo en mi rostro no fue a la mujer, no fue a Yohali Reséndiz, sino a la periodista porque se quiera o no, en nuestro país hay un Estado que reprime, minimiza, pacta y censura la información. Es innegable que existen periodistas, columnistas, reporteros y conductores agachados que aceptan "línea" y "edición" y no critican sino adulan al poder. Pero, todo tiene una explicación, sólo son unas caras lindas y unos baquetones que reciben sueldazos pero lo cierto, es que están plenamente identificados y todos sabemos que son unos cabezas huecas y arrastrados.

Hay que también decir que existen decenas de reporteros que estamos transmitiendo la noticia en las calles y no justamente desde la comodidad de un estudio. Somos muchos los reporteros indignados (entre ellos me cuento) los que todos los días defendemos nuestras notas con el riesgo incluso de quedarnos sin empleo. Reporteros víctimas de la censura de un mediocre jefe de información o de un asistente que jamás ha salido a la calle a reportear. Reporteros que hemos encontrado en las redes sociales un bálsamo para denunciar y hacer el periodismo en el que creemos, ejercemos, respetamos y amamos siempre por supuesto, respetando la inteligencia de quién nos lee y nos sigue.

Y sí, ese puñetazo me lo propinó un encapuchado, pero si analizo bien, pudo ser un infiltrado del estado o bien un estudiante cansado de los abusos y harto de las mentiras que escucha en los medios de comunicación y lo único que puedo decir a su favor es que tiene razón. ¿Realmente los medios de comunicación son imparciales y críticos del poder? La verdad, no. Todos tienen su talón de Aquiles. Todos.

Lo único que diré al respecto, es que lo ocurrido fue lamentable, pero también una lección al gobierno de que ya nada será igual a partir de esta marcha y donde queda claro que los ciudadanos no son estúpidos y ya no necesitan esperar el noticiero estelar de "Joaquín" o de su televisora favorita para enterarse de la historia de este país contada por pseudo periodistas.

El golpe lo traigo en mi mejilla y labio superior izquierdo, además siento una especie de bola entre mi nariz y mi comisura izquierda, sé que en unos días éste golpe se desinflamará, sanará y desaparecerá y que ayer aún con eso, no dejé de informar responsablemente y veraz ni un sólo minuto sobre este enfrentamiento entre el hartazgo y la brutalidad y represión policiaca. No omití decir que el pueblo exige la renuncia de Enrique Peña Nieto y tampoco olvidé mencionar que hubo jóvenes inocentes levantados por la policía.

Que esto quede claro, el puñetazo recibido sólo adormeció una parte de mi boca pero jamás me calló.


1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11,12, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 20, 21, 22, 23, 24, 25, 26, 27, 28, 29, 30, 31, 32, 33, 34, 35, 36, 37, 38, 39, 40, 41, 42, 43....¡JUSTICIA!


¿Tienes una denuncia?
periodismoatodaprueba@gmail.com




viernes, 7 de noviembre de 2014

O la entrega o se va a la cárcel" fue lo que dijo el policía de investigación al Dr. Aaron Uriarte Vázquez durante el operativo para rescatar a Alejandra Cardós.



Por Yohali Reséndiz


"O la entrega o se va a la cárcel" fue lo que dijo el policía de investigación al Dr. Aaron Uriarte Vázquez durante el operativo para rescatar a Alejandra Cardós.

Varias patrullas y una ambulancia llegaron al domicilio de la madre del Dr. Aaron Uriarte, quien se ostenta como esposo de Alejandra y es el mismo que la dejó en estado vegetal al inyectarle lidocaína en ambos muslos para evitar el dolor al realizar un tratamiento contra la celulitis. Sin embargo, la cantidad aplicada de lidocaína fue excesiva y casi segundos después de canalizarla, Alejandra comenzó a sentir un fuerte dolor de cabeza y tuvo un paro cardiorespiratorio y choque cardiovascular que le provocó el estado vegetativo en el que se encuentra ahora por el resto de su vida.

El caso de Alejandra Cardós lo conocimos hace un par de meses y lo hicimos público en este espacio. ¿La razón? La misma de siempre: Indolencia e insensibilidad por parte de las autoridades, pues el Dr. Aaron, no solo le provocó a Alejandra Cardós un daño irreversible, sino que ademas la trajo desde Cancún hasta el Distrito Federal bajo el engaño de atenderla en el Hospital de Neurología -algo que nunca ocurrió-. A esto hay que sumarle que durante un año, negó a los padres de Alejandra saber y ver a su hija a quién mantuvo retenida en casa de su madre, en la Delegación Xochimilco bajo la mentira de ser su esposo.

¿Qué debía hacer, Elsa, Madre de Alejandra? ¿A quién debía dirigirse? ¿Por qué había tanta impunidad? ¿Dónde estaba el derecho de Alejandra a estar con su familia? ¿Dónde los derechos de sus padres? ¿Por qué a nadie le importaba la seguridad de Alejandra? ¿Y por qué a ninguna autoridad de este país le importaba las súplicas de una madre por recuperar a su hija? Esas fueron las preguntas que se plantearon al contar esta historia a través de: Periodismo a toda prueba.

Hoy, gracias a la publicación de la historia de Alejandra Cardós, contar con un abogado honesto, más la fe de su familia por recuperarla, el día de ayer, fue rescatada, valorada en un hospital y está de regreso con su familia, en estos momentos que usted me lee, Alejandra va en una ambulancia aérea rumbo a casa de sus padres ubicada en Cancún, Quintana Roo.

*Alejandra Cardos este año cumplió 37 años, es licenciada en Derecho corporativo, graduada de la Universidad La Salle. Fue durante un viaje de negocios a la Ciudad de México que conoció a Aarón Uriarte Vázquez y se hicieron novios. Alejandra se encuentra en estado vegetativo y tendrá ahora la posibilidad de tener y contar con una terapia de rehabilitación adecuada pero lo más importante es que Alejandra Cardós tendrá hoy la seguridad de que será atendida y cuidada por quienes la aman: su familia.

"Yo con tener a Alejandra estoy contenta, si Aaron se queda con la camioneta de mi hija, su propiedad, y todo lo demás, serán los abogados quienes pelearán lo que es justo.

El Dr. Aarón Uriarte Vázquez enfrenta varias demandas por parte de la familia Cardós.


Aquí la historia de #PorAleCardos

27 de Agosto de 2013
23:00 horas
Cancún, Quintana Roo

-¿Bueno?

-Alejandra está en terapia intensiva en el Hospital Galenia…

“Solo recuerdo que tiré la bocina. Cuando llegamos al hospital, Aarón Uriarte Vázquez, -entonces, novio de Alejandra-, nos confesó que en el departamento de mi hija, le había aplicado un tratamiento estético -Él es medico general y supuestamente tomó un curso de medicina estética-” dice en entrevista para periodismoatodaprueba, Elsa María Fuentes Aguilar, madre de Alejandra.

Sin contar con el ambiente indicado, es decir, el quirófano de un hospital, ni siquiera un consultorio y no tener el equipo necesario -en caso de una emergencia-, el médico general convenció a Alejandra de realizarle un tratamiento para combatir la celulitis,-un tratamiento a base de L Carnitina-, aquella noche, el Dr. Uriarte Vázquez le inyectó lidocaína en ambos muslos a Alejandra para evitar el dolor del tratamiento estético,-según especialistas consultados, la cantidad aplicada a Alejandra fue excesiva- por ello, casi al instante de canalizarla, Alejandra comenzó a sentir un fuerte dolor de cabeza y segundos después tuvo un paro cardiorespiratorio y choque cardiovascular.

Los vecinos y testigos, refieren que, Aarón Uriarte Vazquez, no llamó a ningún servicio de emergencia y a cambio pidió ayuda para cargar a Alejandra porque él no pudo cargarla (solo), a pesar de que Alejandra tenía un peso corporal de 47 kilos. Entre varios cargaron a Alejandra desde un segundo piso hasta la camioneta -propiedad de ella- la sentaron en el asiento del copiloto y Aarón le colocó el cinturón de seguridad.

Es importante señalar que Alejandra debió ir recostada más no sentada (recomiendan los paramédicos). En minutos, Alejandra ya no registró signos vitales pero en el Hospital Galenia, ubicado en Avenida Tulum y Av. Nizuc, le aplicaron procedimientos de reanimación con medicamentos, ventilación asistida y después de tres aplicaciones con ayuda de un desfibrilador, lograron recuperar sus signos vitales. Pero debido al tiempo que Alejandra permaneció en estado de paro cardiorrespiratorio, ella sufrió un daño irreversible en la corteza y substancia blanca cerebral y quedó en estado vegetativo.

Alejandra contaba con un seguro de gastos mayores por parte de su trabajo que cubría los gastos de la estancia en un hospital privado hasta terapia intensiva (eso lo sabían sus padres y Aarón). Una vez que Alejandra ya no necesitaba permanecer en terapia intensiva sino en piso para recibir otros cuidados, (se tenía que pagar) y entonces, Aarón tomó las decisión de trasladarla al Hospital Sedna (en la Ciudad de México) siempre firmando,-sin serlo-, como esposo de Alejandra.

“El 12 de septiembre, Aarón, sin el permiso de nosotros y ostentándose falsamente como su esposo (lo que a hecho en repetidas ocasiones), decidió arbitrariamente trasladarla a la ciudad de México, con el pretexto de que en el D.F. la ingresaría al Hospital de Neurología, lo que resultó un engaño, pues todo lo que él quería era que el seguro se hiciera cargo de los gastos hospitalarios y la ingresó en el Hospital Sedna.
Cuando supe que se llevaban a mi hija, me dirigí al aeropuerto, y a pesar de la negativa de Aarón, -él cual me dijo que no cabía otra persona en la ambulancia aérea-, insistí tanto que el piloto me autorizó subir. Ya en la Ciudad de México y al ver pasar los días y que mi hija no era trasladada a Neurología, yo me aboqué a hacer diligencias para que fuera aceptada en dicha institución, con la esperanza que como madre nunca se pierde de recuperar la salud de los hijos.

Entonces, le solicité al Administrador del Hospital Sedna me entregara a mi hija, -por cierto, él nos conocía y sabía que mi hija no estaba casada-. El día 19 de octubre no autorizó entregármela, -a pesar de que yo estaba dispuesta a firmar una carta responsiva-, me insistió que era viernes y que el personal administrativo ya se había retirado, pero que el lunes a primera hora me la entregaría.

Todavía recuerdo que me dijo: “tranquila, el día lunes usted se la lleva a Neurología”. Con esa confianza, me fui a descansar a casa de unos amigos y al día siguiente, al regresar al hospital, me sorprenden con la noticia de que a media noche, Aarón había sacado y llevado a mi hija Alejandra del hospital a casa de su madre ubicada en la delegación Xochimilco”.

La madre de Alejandra se dirigió a la delegación Coyoacán y levantó una denuncia fcy/coy-4/t1/01824/13-10 reportando lo ocurrido. Ahí, le pidieron que esperara un tiempo para realizar las investigaciones, pero hasta la fecha y a pesar de numerosos viajes al Distrito Federal, demandas y denuncias, y todas las probatorias que las autoridades han solicitado, Alejandra sigue retenida en el domicilio de Aarón Uriarte Vazquez, sin ningún vínculo familiar, legal y sin el consentimiento de sus padres.

“Después del traslado de mi hija a la Ciudad de México, la madre de Aarón, la Señora Edisa Vázquez Dueñas, se quedó unos días en el departamento de mi hija Ale ubicado en Cancún y se llevó: documentos oficiales, título, pasaporte, credencial de elector, escrituras del departamento, bolsas de marca, la factura de su BMW y camioneta, televisor, cama, muebles de la sala, centro de lavado, siempre, aprovechando la ausencia de mi hija.

Al darnos cuenta de la negativa de entregarnos a nuestra hija, me apersoné al domicilio de los papás de Aarón, donde me informaron estaba mi hija, y al anunciarme, la Sra. Edisa, gritándome ¡”FUERA DE MI CASA, NO ERES BIENVENIDA, POR LA DENUNCIA QUE LE PUSISTE A MI HIJO”¡, me amenazó a mi y mi esposo que me acompañó y levanté un acta de estos hechos ahora en Xochimilco, con el mismo número de la denuncia de Coyoacán” dice la madre de Alejandra.
El 15 de abril pasado fue cumpleaños de Alejandra, Aarón subió una foto de ella amarrada a una silla especial con una bata, en la foto se observa que ella ya no sostiene por si misma su cabeza. Se le ve deplorable. Como una muñeca de trapo. Desde el 19 de Octubre de 2013 hasta la fecha de hoy, los padres de Alejandra Cardós no han tenido acceso a su hija.

“No me explico, cómo Aarón Uriarte Vázquez, quien dañó severamente e irreversiblemente a mi hija, provocando su estado vegetativo, pueda tenerla y retenerla en el domicilio de su madre, -ubicado en la delegación Xochimilco de la Ciudad de México- y que las autoridades no nos escuchen a nosotros (sus padres), él está libre y continúa dando consultas en el Pabellón Caribe de Cancún y nosotros hace un año que no sabemos ni hemos visto a nuestra hija…Yo no sé si mi hija esta viva o muerta” dice Elsa María, quién exige justicia y recuperar a su hija. #PorAleCardos
¿Qué debe hacer, Elsa? ¿A quién dirigirse? ¿Por qué tanta impunidad? ¿Dónde está el derecho de Alejandra a estar con su familia? ¿Dónde los derechos de sus padres? ¿Sólo quieren recuperar a Alejandra, como ella esté, eso no les importa, es su hija, pero a qué autoridad de este país le importa ésta historia?¿A quién?”

*Alejandra Cardos este año cumplió 37 años, es licenciada en Derecho corporativo, graduada de la Universidad La Salle. Fue durante un viaje de negocios a la Ciudad de México que conoció a Aarón Uriarte Vázquez y se hicieron novios.

¿Tienes una denuncia?

periodismoatodaprueba@gmail.com

@yohaliresendiz

miércoles, 5 de noviembre de 2014

Es autista,tiene 22 años, aunque parece de 12. Está desaparecido, pero varias personas lo han visto vendido

Por Yohali Reséndiz

18 de Octubre

Aquél sábado no era distinto de los demás sábados. Manuel Muñoz apoyado por Juan Carlos, su nieto de 22 años abrían el local donde comercian ropa en la colonia Prado Vallejo, en un horario de 8:30 hasta las 2:30 de la tarde.

Cada sábado, Juan Carlos permanecía en compañía de su abuelo, hasta que Arturo Briones, -su padre- pasaba por él para convivir lo que quedaba del fin de semana.

Era mediodía, cuando Juan Carlos le pidió dinero a su abuelo para comprar un refresco. Manuel le dio un billete de 200 pesos.

"Me desocupé de mis actividades a las 2:00 de la tarde y pasé al sitio donde mi padre se encontraba y no vi a mi hijo, le pregunté a mi papá por él y me dijo que mi hijo, había ido a comprar un refresco, no vi problema pues me lo dijo muy calmado. Llegué a casa de mi madre a recoger a mi hija y le comenté que no vi a mi hijo con mi papá porque se había ido a comprar un refresco, mi madre me dijo: que desde las 12:30 o 1:00 de la tarde había ido por el refresco, -ya que ella a esa hora había pasado por ahí y tampoco lo había visto-" relata a periodismoatodaprueba@blogspot.com Olivia, madre de Juan Carlos.

"¿Papá dónde está Juan Carlos? " la angustia se apoderó de Olivia. Y buscó a su hijo, en la tienda, en el tianguis de la Av. Vallejo de la delegación Gustavo A. Madero. El padre de Juan Carlos se unió a la búsqueda. Y fue en un puesto de juguetes donde confirmaron que el hijo de Olivia había comprado un juguete verde y pagado con un billete de 200 pesos, para luego dirigirse en dirección contraria a su casa.

La zona de Vallejo, Torres Lindavista, Cien metros, fueron recorridas en su búsqueda. En punto de las 20:30 Olivia llamó a Locatel y acudió a las autoridades a levantar una denuncia. El caso fue remitido a C.A.P.E.A -Centro de Atención a Personas Extraviadas y Ausentes-, y ahí se realizaron los volantes correspondientes para elaborar una cédula de identificación. Como todos los padres que tienen un hijo desaparecido, de aquella hoja, sacaron cientos de copias y comenzaron a distribuirlas en cada rincón de esta ciudad.

"En ningún ministerio público, albergue u hospital de la ciudad de México se encontraba Juan Carlos. Pedí que se emitiera la Alerta Ámber pero me explicaron que era imposible ya que es para niños o menores de 18 años, mi hijo tiene la condición mental de un menor de 12 años de edad. Al observar que nadie me hacía caso, decidí ir a Tlalnepantla a levantar una denuncia por desaparición y solicité los videos de las cámaras de la zona donde fue visto. Debo decir que en Tlanepantla, nadie me atendió, encontré cerrado O D I S E A -que es un organismo igual a CAPEA DF-, me dirigí a otra agencia del MP con abogado que nos asesoró y acompañó a los posibles sitios donde pudiesen remitir a una persona en situación de calle y al comprobar que no estaba ni detenido ni en hospitales regresamos a CAPEA a levantar la denuncia, ahí volví a insistir en la Alerta Ámber y me volvieron a decir que solo a menores de 18 años. En conclusión la Alerta Amber no protege ni salvaguarda la integridad física de las personas con discapacidad mayores a 18 años solo a niños y pues a las personas que no son adultas mentalmente y tampoco niños físicamente las dejan en estado de indefensión total y absoluta". Dice Olivia.


Martes 24 de Octubre

"Vieron a una persona con las características de Juan Carlos en la zona de Tlanepantla, Gustavo Baz y Fraccionamiento San Nicolas" eso le dijo Arturo a Olivia.

Fue en un Waldos cercano a la zona donde una cajera identificó a Juan Carlos como el joven que le pagó un jugo.

El checador de la ruta de microbuses también confirmó: "sí, en las tardes luego viene con la señora de los dulces".

Y algunos motociclistas afuera de un comercio, aseguran que Juan Carlos les comentó que necesitaba hablar con su mamá.

Muchas personas más lo ubican como un joven que se sube a pedir dinero en el transporte público.

"Me parece inusual en mi hijo, ya que una característica de su síndrome es ser antisocial, a él no le gusta estar entre la gente, es espectroautismo, es decir, en su mente crea una realidad que lo abstrae de lo que pasa a su alrededor en espasmo y no tiene esa costumbre de subir transportes". Dice Olivia.

Y un dato más.

Mientras los padres de Juan Carlos lo buscan incesantemente, Olivia observó que un vendedor ambulante tenía una camisa idéntica a la de su hijo. El hombre traía colgado y volteado un gafete al que nunca le pudo leer los datos.

Y sí...la camisa era idéntica a la de su hijo.


Si usted tiene algún dato del paradero de Juan Carlos, favor de enviar un mensaje a:

periodismoatodaprueba@gmail.com

¿Tiene alguna denuncia?