viernes, 8 de abril de 2016

Este, es un premio, Rosario a tantas horas sentadas bajo el sol o la luz de luna mientras te observan millones de estrellas y tú a ellas, es un premio a tantas horas a pesar de la lluvia o el viento...



Por Yohali Reséndiz

En el municipio de Tenancingo ubicado al sur Estado de México, vive Rosario Nuñéz, Premio Arte Popular 2016. Entre plantíos de naranja, aguacate y maíz nos recibe sentada en una diminuta silla de madera, "aquí es donde empunto y pensé que te gustaría ver como voy haciendo la guía a un rebozo". El fotógrafo Daniel Betanzos aprovecha el momento para captar varias imágenes de la premiada apoyado con la luz del sol. La hija de Rosario nos recibe con agua fresca, "está embarazada, tendré una nieta y en estos días le tejeré su rebozo", dice una Rosario plena y feliz.

¿Qué te ha servido de vivir aquí para tus diseños?

-El panorama, la naturaleza misma, me concentro, me gusta, siempre empunto acá afuera, pues no me gusta estar encerrada.

El diálogo se da mientras sus manos pequeñas de piel morena brillante ayudan a sus hábiles dedos a entrelazar los hilos que con destreza formando en las guías las figuras que les ordena Rosario. Desde los diez años borda grecas de flor de durazno, estrellas, flores, juncos, mariposas, corazones y gatos a cientos de rebozos que ella o su madre han ido vendiendo en las plazas o mercados.

¿Quién te enseñó?

-Mi mamá, esta es su herencia.

Un rebozo para mí, significa calor, ternura, abrazo de madre, ¿para tí que es un rebozo?

-Pues, cuando yo me tapo, mi rebozo me cobija, cuando hace frío me acalora, abrazo a mis niños y cada unos de mis hijos tienen aún su rebozo. Ellos saben, me dicen, má ¿este es mi rebozo...con este me arrullabas, verdad?

¿Detalla la pieza con la que ganaste este concurso?

-Es un rebozo morado con arco de granada, tiene puras guías de flores, tiene 6 tiras en cada punta"

¿Qué será lo primero que le comprarás con el dinero de tu premio a Rosario?

-Los ojos de Rosario brillan y en su boca se dibuja la misma sonrisa de una niña a punto de recibir un dulce. Piensa y responde.

-Me voy a comprar un pantalón, mis zapatos, una blusa, vestirme de pies a cabeza. Me voy a premiar yo. ¿Cada cuando te compras zapatos? Cada seis meses.

¿Estudiaste?

La sonrisa de Rosario se esfuma como aquella humarada blanca que sale de su cocina hecha aún de adobe. Su mirada se pierde y se queda fija, la pregunta la ha sacudido. La espalda de Rosario comienza a jorobarse, se frota las manos y durante varios segundos su mirada se pierde, mientras que su memoria busca respuesta a esta pregunta. Los números del contador de la grabadora avanzan, hasta el viento se ha posado en las ramas de los encinos que nos rodean. Los párpados de la artesana comienzan a hincharse, a enrojecer; sus manos juguetean. Su memoria siguen buscando la respuesta, cuando de pronto, casi al mismo tiempo que salen de sus ojos un par de lágrimas; a ese mismo ritmo, le sale la voz, sin fuerza y entrecortada:

-Lo que pasa que no estudié porque sufrimos mucha pobreza, no terminé ni la primaria.

De pronto, una ráfaga de viento, le susurra algo a Rosario y en segundos, se seca las lágrimas y de nuevo su cuerpo adopta una postura erguida y sonríe. Los pajaros de nuevo silban y un par de mariposas se corretean entre las ramas de un naranjal.

-Pero, he ganado y me da mucho entusiasmo, no hay arrepentimiento. Estoy emocionada.

Este, es un premio Rosario, a tantas horas sentadas bajo el sol o la luz de luna mientras te observan millones de estrellas y tú a ellas, es un premio a tantas horas a pesar de la lluvia o el viento...

"Sí, sí, sí..así merito ha sido". Dice Rosario a esta reportera mientras seca sus lágrimas y su cuerpo experimenta una mezcla de nervios y emoción. De nuevo sonríe, esta artesana de ilusiones que ha sumado once concursos y sus piezas han ganado varios de ellos.

Y revira. "No estudié, me hubiera gustado, no había economía; pero me siento bien, contenta, vienen cosas importantes".

¿Tejer, arte o tradición? Para mí es una combinación.

¿Pasión o necesidad? La necesidad me ha llevado a la pasión, me encantá hacer figuras y plasmarlas en los rebozos. Aquí, hay pobreza. Muchas personas necesitan apoyo y a pesar de eso, muchas mujeres siguen empuntando rebozos por necesidad.

¿Harémos un ejercicio de palabras, estás lista?
Sí, dice Rosario mientras se acomoda en su silla y adopta una postura como los corredores cuando están a punto de salir a la pista.

¿Cielo?
Hermoso

¿Jardín?
Adorno

¿Madre?
Única

¿Manos?
Mágicas

¿Amor?
Hijos

¿Premio?
Mío

¿Rebozo?
Pasión

¿Pasión?
Rebozos


¿Artesana?
Orgullo

¿Hilo?
Básico

¿Rosario, cuál rebozo elegirías para llevartelo cuando mueras?

-Uno negro, de luto. Me encanta el rebozo de luto con aroma, lleva olor de romero y nuez, ese será el rebozo que me llevaré, dice Rosario mientras sigue empuntando la próxima pieza que inscribirá a otro concurso.

1 comentario:

  1. o puede esperar hasta mañana para enviarle datos cuando llega el director de oficina?

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