jueves, 25 de mayo de 2017

"...Lo siento mucho, el Gobierno de Venezuela ha dado la orden de no dejar ingresar a ningún venezolano a México” Personal del Instituto Nacional de Migración, humilla, maltrata y niega la entrada a México a 9 venezolanos.

Por Yohali Reséndiz

Hace unas horas recibí una llamada. Mientras escuché a detalle lo que le ocurrió a 9 venezolanos en mi país, sentí vergüenza.

Primero, hay que recordar que el universalismo implica que todos los habitantes del mundo tenemos el privilegio de gozar de los mismos derechos humanos, sin diferencias discriminatorias por nacionalidad, origen social, edad, sexo, religión. Y no, este concepto no debería leerse ni idealista ni utópico; sin embargo, la reciente realidad mundial, nos demuestra que algunos territorios siembran odio hacia otros y algunos, bajo la premisa de atraso, fomentan la intolerancia a la diversidad.

Un estudio de la Organización de las Naciones Unidas, arrojó que 1 de cada 35 personas es un migrante en el mundo, es decir; se desenvuelve en una nación que no es la suya, al menos por nacimiento. La cifra es importante pues desmenuza el tema de los extranjeros en relación a sus derechos en la nación que les abre las puertas y el cómo su nacionalidad repercute en el trato que recibe en su nuevo ambiente social. Es importante comprender que existen extranjeros no inmigrantes, es decir, los que temporalmente, llegan de visita o en tránsito por el país, y los extranjeros inmigrantes que son quienes se alojan indefinidamente al país que los recibe con o sin el permiso otorgado por las autoridades correspondientes (legales o ilegales).

Los países tienen la libre potestad de otorgar o denegar visa a quien considere conveniente, según sus políticas de Estado, entendida claro, sobre la base del respeto a los derechos humanos, es decir, un Estado no puede prohibir la entrada a su territorio (xenelasia) a personas de determinado color sólo por esa condición humana. La aclaración es para comprender que autoridades migratorias en la Ciudad de México, el pasado 6 y 7 de mayo, actuaron con discriminación contra extranjeros que contaban con todos los documentos para permanecer de visita temporal en México. Y no, no solo hubo discriminación, sino humillación, hostilidad, un trato primitivo, maltrato y vejación a sus derechos humanos, un rompimiento de hospitalidad, un olvido de solidaridad humana, y una aplicación de la xenomanía, "manía persecutoria contra los extranjeros", que las autoridades migratorias aplicaron y con ello, fulminaron el concepto de "puertas abiertas", que México siempre ha demostrado a lo largo de la historia a todos los pueblos y razas.

El pasado 6 de mayo del presente año, "J", con cédula de Identidad vigentey número de pasaporte vigente, tomó un vuelo con destino a la Ciudad de México saliendo desde la República Bolivariana de Venezuela en la aerolínea Copas Airlines.

La salida fue desde la Ciudad de Valencia a Panamá en el vuelo 250 en el grupo 5 de manera normal, "la atención fue excelente al igual que la salida de Panamá hasta México en el vuelo 138, pero, al llegar a la Ciudad de México a las 22:00 horas, minutos después, ocurrió una eventualidad DESAGRADABLE y HUMILLANTE en MIGRACIÓN". Me presento muy educadamente y saludo con un “Buenas noches”, el señor que me atiende me solicita mis documentos (pasaporte y planilla de migración), al entregárselo, me pregunta: ¿tienes carta de invitación?, le respondo: ¡si!, muy educadamente y se muestro enseguida, él lee la carta y dice:
¿a mi no me consta, que ella firmó la carta? Yo contesto: claro que fue ella. (La carta fue firmada por la familia de "J" de nacionalidad mexicana, dice vía telefónica a esta reportera.

Su prima de "J" (la redactó, imprimió, firmó, escaneó y envió por correo electrónico. Mientras que "J", en Venezuela la imprimió para presentarla al momento de que migración la solicitaba. El funcionario que la recibió entre las 22:00 y 23:00 horas repetía “que eso a él no le constaba”, "J" sugirió que revisara la carta y que incluso estaba el número de teléfono para que llamara y verificara, que incluso, su familia estaba afuera esperándola y que podían salir y solicitar a su prima, una identificación y confirmar la firma y datos de la carta de invitación. "El señor me prohibió utilizar mi Tablet para comunicarme con mi prima".

Déspota, prepotente y sarcástico, el funcionario preguntaba; ¿a quien le interesa entrar al país? ¿A quién le interesa que la llamen, a mi o a ti?  En reiteradas oportunidades, "J" respondió: soy la interesada pero,¿cómo hablo con ella si no me deja usar nada para comunicarme y me lo ha prohibido?

Él contestó: ¡resuelvelo! Luego preguntó ¿por qué motivo vienes a México? "J", contestó: “de visita, tengo parte de mi familia aquí y ellos me invitaron”.

"Él preguntó ¿cuánto dinero traes? y le dije “60 dólares”.  Y me hace otra pregunta ¿con eso tú vas a pasar 5 meses aquí? yo le respondo: “mi familia, va a cubrir todos mis gastos ya que me invitaron con todos los gastos pagados, incluído el billete del vuelo redondo". Él pregunta ¿qué familia tienes aquí? y yo le respondo: “mis primos y tíos” luego dice ¿qué ocupación tienes en Venezuela? y respondo: soy enfermera y me pregunta ¿dónde trabajas? yo respondo: independiente, cuidando pacientes particulares.

El funcionario exigió una credencial de enfermera, a lo que "J" responde: no la traigo porque no vengo a trabajar, soy turista. Él dice que de igual manera debe traerla consigo y cuestiona ¿trae boleto de regreso? "J" lo muestra y entrega. Él revisa la carta invitación, el pasaporte, junto con el boleto, coloca algo en el sistema  del computador y me dice que lo acompañe (a partir de ese momento, "J" , no supo más de sus documentos)

"Me cansé de repetir, suplicar que por favor llamara a mi prima que estaba afuera esperándome y él me ignoró. Me llevó a una zona donde estaban tres custodios, uno masculino y dos femeninos, una mesa de escritorio y al lado izquierdo, una sala de espera donde  uno de los custodios me entregó un cuestionario para ser llenado, exigiendo de nuevo que no usara ningún tipo de aparato de comunicación; llené el cuestionario, con preguntas como: ¿para donde viaja? datos de la persona que me invitó, ¿años que tenía conociendo a la persona que me invitó?  ¿dirección exacta donde me iba a quedar? Al terminar, me retiran el cuestionario, me dejan esperando por 10 minutos, luego me llama otro custodio y me lleva por unas escaleras en forma de caracol; donde hay cuatro custodios femeninos, saludo educadamente “buenas noche”, no me respondieron y al final de la sala me sientan frente a una mesa de escritorio con una de las custodias, donde ella tiene el cuestionario que ya había llenado anteriormente. Me dice de manera grosera y altanera “te traemos aquí, porque hay una serie de requisitos que no coinciden” la primera es que no coinciden los apellidos con tu familiar que te hizo la carta de invitación, alegaron que ella es Romero y yo soy Coa. Le expliqué que ella, es prima de mi mamá y que mi madre es Coa Romero, de manera prepotente la custodia me dice no son familia y yo le repito ya desesperada que si, porque ella es prima de mi madre, otra custodia me pregunta ¿a quien tienes aquí? y le digo: “a mis tíos y mis primos”, luego interfieren otras custodias siempre tratando de confundir mis respuesta. Me gritaron, me trataron mal, me hacían muchas preguntas y al mismo tiempo, no me dejaban responder, me acosaron , hasta que finalmente me dijeron: “lamentablemente tu entrada a México ha sido negada, porque no cumples con los requisitos"

¿Alguien puede explicarnos cuáles son los requisitos que impiden o a un extranjero venezolano el ingreso a este país?

"Una custodia de manera muy agresiva me gritaba ¿cuál es tu ocupación en Venezuela?
¿dónde está tu credencial de enfermera? me gritaba y no me dejaba responder, también me gritaban que no tenía el dinero suficiente para estar en México, otro venezolano traía mil dólares y tampoco lo dejaron entrar, en mi caso, alegaban que no coincidían los apellidos de mis familiares con el mío, que como iba a pasar 5 meses sin dinero y no me dejaba explicarle que mi familia me invitó con todos los gastos pagados y que no llevaba credencial porque no iba a trabajar, solo iba de turista. Otra me gritaba que mi prima no aparecía en sistema como ciudadana mexicana, yo trataba de volver a explicarles pero no me dejaban hablar, suplicaba que por favor, llamaran a mi prima, que estaba afuera esperándome y se negaron, y afirmaban que el consulado se encargaría de llamarla. Me seguían gritando, luego me trasladaron por un pasillo y salí por una rampa, mientras íbamos caminado yo le rogaba a la custodia “por favor, avise a mi familiar, están afuera esperándome” y ella lo que decía era "el consulado se encargará de informarles, afuera hay un módulo de atención al público y le darán toda la información al familiar”, lo cual es falso porque no les dijeron nada. Me metieron a una sala de espera donde estaba una mesa de escritorio y otro custodio masculino, la custodia que me llevó, me entregó con él y se retiró" relata "J"

¿Existe ese módulo de atención para las familias de los extranjeros? En un recorrido realizado por esta reportera en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, jamás se encontró ese módulo.

"J" fue tratada como delincuente y no como turista, un par de hors después, le solicitaron nuevamente sus datos, le exigieron quitarse sus pertenencias (zarcillos, pulsera, cadenas, anillos, cinturón, las agujetas de los zapatos, todo lo que tenía en sus bolsillos, le quitaron su tablet, lo de su bolso de mano; lo cuál revisaron minuciosamente, lo contabilizaron y lo documentaron en un libro, luego la mando a guardar todo, para después colocarlo en una silla, prohibiéndole en todo momento el acceso a sus pertenencias.

"Me llevaron por un pasillo donde hay dos habitaciones a la derecha es la de mujeres y al final del pasillo la de los hombres. La habitación donde me metieron estaba oscura, sucia, sin aire, con una colchoneta sucia tirada en el piso y me ordenaron que me quedara ahí; en la habitación había una mujer de nacionalidad colombiana que pasó por lo mismo que yo y hasta peor porque la mujer lloraba inconsolablemente y le gritaban ¡sigues llorando, te vamos a meter en un cuarto peor!, en el otro cuarto al final del pasillo, habían 5 hombres de nacionalidad venezolana que también habían pasado por lo mismo. Con mi indignación y me desesperación no aceptaba quedarme en ese hueco porque no soy ninguna delincuente y todos mis documentos estan en regla;  me salía al pasillo y les pedía que por favor, se comunicaran con mis familiares y ellos me repetían que de eso se encargaba el consulado y que ya mis familiares sabían, lo cual era falso. A la una de la mañana, del día 7 de mayo, llegaron dos venezolanos más, un hombre y una mujer que también pasaron por lo mismo y los metieron en las habitaciones, al hombre en la habitación del final del pasillo y a la mujer con nosotras, la mujer lo que hacía era llorar y decía que no entendía, que su hermano le había mandado el pasaje.  Al pasar las horas yo les decía que tenía hambre y sed y me respondían que de eso se encargaba la aerolínea. Era injusto, un abuso nos estaban violentando nuestros derechos. Yo necesitaba tomar un medicamento que tenía en mi maleta para la gastritis y presentaba dolor porque tenía más de 6 horas sin comer ni beber agua, les pedí por favor que necesitaba buscar mi medicamento y ellos me volvían a repetir que, de eso se encargaría la aerolínea.  El custodio lo que hacía era estar sentado en la mesa de escritorio, tejiendo una pulsera y escuchando música, las  veces que le preguntaba la hora me decían: son las 3, cuando volvía a preguntar me decía: son las 2. Nunca me dieron la hora real, todo era una burla; yo les seguía preguntando, si avisaron a mis familiares y me afirmaban que ellos ya sabían, lo cual era falso, en todo momento violentaron mis derechos. Les pedí si me podían enviar de regreso en el primer vuelo el de las 7 de la mañana; me decían: “no te enviaremos en los vuelos de las 10 de la mañana, si no se nos da la gana. Al pasar las horas, llegó una señora de la aerolínea y le pregunté la hora y me dice: son  4 de la mañana. Le pedí que por favor se comunicara con mi familia y ella dijo: me dijeron que acaban de hablar con tus familiares y que ya saben que te van a devolver; ella me confirmó que me iba en el vuelo de las 7 de la mañana y me pidió estar lista a las 6 de la mañana y se retiró, entonces, me hacen meter de nuevo en la habitación oscura. Luego yo salgo de nuevo y les pido que por favor me dejaran agarrar mi bolso para cambiarme y tomar una franela que tenia ahí y tampoco me lo permitieron. Al pasar las horas, nos llamaron por nuestros nombres y apellidos para entregarnos nuestros bolsos de mano ordenándonos nuevamente que no podíamos usar nuestros teléfonos; me supuse que ya eran las 6 de las mañana como había dicho la señora de la aerolínea. Nos llevan a otra sala y nos sientan a espera para tomar el vuelo, nos vuelven a repetir que no podemos usar los teléfonos ni hablar con nadie. Con un custodio al lado vigilándonos, en un momento a escondidas saqué mi Tablet para comunicarme con mi familia, el custodio me vio y me amenazó que si no la guardaba me la quitaba y luego cuando estamos en la puerta de revisión nos entregan los boletos de retorno y leí: INADMITIDO.

Nuestros pasaportes, los metieron en un sobre blanco; nosotros preguntábamos ¿están ahí nuestros pasaportes?  ¿Están en buen estado? ¿No los han dañado? Los de la aerolínea  nos responden: “no se preocupen, sus pasaportes, están en buen estado” nos indicaron que como estamos INADMITIDOS no podíamos pasear por el aeropuerto de Panamá y nos  entregarían los pasaportes en nuestro destino final. En eso una custodia dijo: “Lo siento mucho, el Gobierno de Venezuela ha dado la orden de no dejar ingresar a ningún venezolano a México”

En caso de que esta desafortunada frase usada por estos pseudo funcionarios ¿El Gobierno de Venezuela quién es para ordenar a México, quién entra o no a nuestro  país?  ¿También ordena a Migración en México este trato degradante y vergonzoso? ¿A cuántos extranjeros los privan de su libertad y atropellan los derechos humanos básicos? ¿Por qué el maltrato? ¿Por qué aislarlos? ¿Por qué no permitir que se comuniquen con sus familiares? ¿Es este el lado oscuro del maltrato a los extranjeros? ¿Quién lo permite? ¿A quién se recurre en casos como este? ¿Existe alguna autoridad que revise lo que ocurre con el trato a los extranjeros y al menos revisen el caso de Yosmery Yanez Coa, le ofrezcan una disculpa y le permitan entrar al territorio mexicano?

A "J" la subieron a un avión, 8 horas después junto al grupo de 9 Venezolanos, acompañados por un custodio que no se despegaba de ellos, como si fueran criminales. Su boleto fue pagado con esfuerzo por su familia mexicana, y se perdió porque en este como en todos los casos la aerolínea no pierde.

"El capitán del avión recibió nuestros pasaportes en el sobre blanco y nos dice: ¿otra vez otro grupo de venezolanos? ¡En el vuelo anterior, mandaron un grupo bastante grande de venezolanos inadmitidos! ¿qué es lo que está pasando? nosotros estabamos abatidos. Nos sentaron al final del avión y nos dijeron que en Panamá, seríamos los últimos en bajar, y que debíamos esperar a que nos llamaran, que no podíamos movernos de nuestros asientos. Después de pasar tantas horas sin comer ni beber agua fue que pude comer algo en el avión y aún seguía presentando malestar de dolor por mi gastritis. Al llegar a Panamá dispersaron al grupo, a mi me dejaron en la misma puerta con un custodio ya que era la misma que tenía que abordar el avión a Valencia; en ese momento fue que pude comunicarme con mi familia, ya que a escondidas le pedí a un pasajero que también estaba esperando para abordar que me regalara un mensaje y le pasé el número sin que me viera el custodio y me hizo el favor de mandar un texto de whats. Abordé el avión de Panamá a Valencia y llegué a mi destino, cuando bajo del avión, me aborda el personal de migración a quién le entregan mi pasaporte y me preguntan: ¿por que la inadmitieron? ¿Cuáles son las razones? al explicarles, me dicen: “todos los días llegan Venezolanos en la misma situación porque en migración de México no les da la gana dejar pasar a venezolanos, que en México nos querían un poco menos que en Panamá; sin decir nada, retiré mi maleta, pase a la interpol a retirar mi pasaporte y llegué a casa sin la carta de invitación, porque migración de México se la quedo" hasta aquí el relato doloroso pero real de una extranjera maltratada en México, por abusivos agentes de Migración.

¿Y nos indignamos del maltrato a los migrantes de nuestro país?

¿Y nos duele el rechazo y la hostilidad con que tratan a nuestras familias y connacionales en Estados Unidos?

Rechazamos la construcción de un muro sin saber o imaginar que el muro existe cuando ocurren historias lamentables como ésta, nos indigna cuando sabemos que los mexicanos son humillados, maltratados, vejados, asesinados, violados, violentados, rechazados, deportados como criminales o muertos de hambre o por sed, mientras cruzan la frontera con la esperanza de encontrar una mejor calidad de vida, todos los días, pero callamos cuando hay maltrato a quienes nos visitan, es vergonzoso que otros mexicanos abusen del poder y maltraten a extranjeros. Las autoridades respetaron su derecho de libre tránsito en nuestro país, el derecho de no ser hostigado ni vejado, el derecho de visitar a su familia y por unos meses, -tener un respiro de paz y tranquilidad-, en el caso especial para los Venezolanos, ellos ahora,  encuentran en un viaje, un bálsamo ante tanta la carencia de justicia social y miren lo que fueron a encontrar en México, exactamente lo mismo.

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domingo, 21 de mayo de 2017

#TeBuscamosBelén

Por Yohali Reséndiz


Belén Montserrat Cortés Santiago es estudiante de Comunicación y Cultura en el plantel San Lorenzo Tezonco de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, tiene 19 años, el pasado 29 de abril, salió a trabajar por la mañana y desde entonces no se sabe de ella.

 La casa de estudios ha implementado brigadas de búsqueda con sus compañeros y maestros y han solicitado la colaboración de la comunidad y los medios de comunicación para localizarla.

Belén tiene 1.48 mts. de estatura y una perforación en una oreja. Usa braquets y el cabello lacio, teñido de rojo. El día en que se extravió vestía una blusa color gris, pantalón de mezclilla azul marino y tenis color negro.

Su foto puedes encontrarla en @yohaliresendiz o FB Yohali Resendiz

¿La conoces? ¿Tienes algún dato de su paradero? escribe a periodismoatodaprueba@gmail.com

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domingo, 7 de mayo de 2017

#Buscamos a Luis Alcantara López, estudiante becado de la carrera de Actuaría en la Universidad Anáhuac México, Campus Sur. Su familia cree que tiene un episodio de esquizofrenia.

Por Yohali Reséndiz

Luis Antonio Alcántara López, tiene 22 años 7 meses, oriundo de La Paz, BCS, mide 1.76 de estatura, tiene tez blanca, cabello ondulado, café oscuro, es de complexión delgada, pesa aproximadamente 58 kilos, tiene labios delgados, usa bigote delgado.

Hace 4 años, llegó a la Ciudad de México; actualmente es estudiante becado de la carrera de Actuaría en la Universidad Anáhuac México, Campus Sur. El pasado sábado, 29 de Abril desapareció del lugar donde residía, el cual se ubica a espaldas de la Universidad.

La siguiente pista que se tuvo de él fue que realizó una compra en el Walmart de Félix Cuevas, sin embargo las cosas que compró las dejó abandonadas al salir de la tienda, al buscar en la zona descrita, la gente comentaba que había pasado caminando muy desorientado o cantando. Aparentemente Luis Antonio sufre de un episodio de esquizofrenia lo cual le impide percibir de manera consciente la realidad y de esta forma eso le impide no poder regresar a su domicilio.

De acuerdo a la última información,se le vio por última vez, de manera comprobada en la Calle Estadística, cerca del Metro Gómez Farías en la Colonia Federal, Delegación Venustiano Carranza, el día Viernes 5 de Mayo.

Sin embargo, ya no viste la misma camisa, trae pantalón de mezclilla, tiene un aspecto más  delgado, se le ve notablemente la ropa interior y tiene una apariencia absolutamente divagante y desorientado. La información corresponde a una de las cámaras que lo captó en la calle de Estadísta.

La foto puedes verla en @yohaliresendiz o facebook Yohali Reséndiz

¿Si sabes del paradero de Luis Antonio Alcántara López, favor de enviar un correo a periodismoatodaprueba@gmail.com


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