Cuando al Presidente no le falta el medicamento y a su pueblo si

Por Yohali Reséndiz


Cuando leímos que el Presidente Enrique Peña Nieto fue intervenido con éxito de un nódulo tiroideo nos alegramos porque quienes hemos estado en un hospital en terapia intensiva a bordo de la muerte por negligencia médica, indolencia e insensibilidad sabemos el valor de la vida e independientemente de que sea nuestro Jefe de Estado, Peña Nieto al igual que cualquiera de nosotros es un mexicano.


Sin embargo, es un mexicano que tuvo la fortuna de ser intervenido con las mejores atenciones y los mejores médicos y yo no me imagino que el medicamento que requiere de por vida no lo tenga.

Sería inadmisible que al Presidente de un país, le faltara su medicamento. Así que cuando recibo una denuncia de una paciente de 68 años, que tiene diabetes y además tiroides y acude a su médico general porque se siente mal y tiene miedo de que sea influenza, me preocupa y me angustia que ese mismo medicamento que tanta falta le hace las autoridades no lo sepan y si lo saben lo minimizan.

“Tengo mucho catarro, mi vecino falleció por gripe y todos creemos que fue por influenza, entonces me dio miedo y fui a consulta al Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios en Ocoyoacac. Me atendieron rápido y el doctor me dijo: “cuídese, no está mal pero cuídese” El médico general me recetó unas pastillas “agrifem” que en cualquier farmacia cuestan trece pesos, pero, yo tengo diabetes y tiroides y mi medicamento no lo había. Yo le dije al doctor que iría al Issemym de Toluca pero me respondió que era inútil porque tampoco lo hay”.

La levotiroxina sódica restaura los niveles hormonales para aliviar los signos y síntomas de los enfermos. Este medicamento suple una hormona que el cuerpo no produce en cantidades adecuadas (en ciertos casos no se produce nada).

El desabasto de medicamentos no es solo un problema del Issemym sino generalizado en las instancias de salud públicas.

“No hay medicamento” es la respuesta. “No sabemos cuándo llega” es la justificación, “Cómprelo por fuera” es la solución, “Envíe su queja” es la respuesta de la autoridades. Y no solo eso sino además la carencia de insumos, instrumental médico y reactivos que complican la atención al paciente. Hay médicos que hacen verdaderos malabares por atender a los enfermos y hay quienes en una palabra, les vale el sufrimiento y el dolor.

“Mi levotiroxina cuesta en promedio 180 pesos. La Acarbosa cuesta sesenta y pico de pesos para mi diabetes”

Se vale que se siga minimizando que el problema no es el presupuesto sino cómo se distribuyen los recursos. Se vale seguir tapando el sol con un dedo e irse a dormir con un mediocre "no pasa nada". Mientras las autoridades continúen minimizando las preocupaciones de los ciudadanos, seguiremos teniendo denuncias como estas.
Denuncias que no pretenden incomodar sino que pretenden exponer un problema para que sea resuelto.

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