jueves, 29 de marzo de 2018

¡Cógetela, cógetela! Jóven de 14 años fue violada por dos compañeros dentro de una Telesecundaria en una comunidad en Puebla. Un tercero grabó vídeo y tomó fotos con su celular. La Maestra ignoró la denuncia de la víctima y sentenció: "Tú los provocaste". A un año, la autoridad no ha citado a declarar a sus agresores y ella y su familia, han tenido que abandonar su comunidad por las amenazas de los padres de los agresores: !Dejen las cosas así o los vamos a matar!"


Por Yohali Reséndiz 

PUEBLA, Pue.-
3 de Mayo de 2017

“Tú no tienes habilidades para bailar” me dijo mi Maestra Laura Elena Perdomo Juárez, de la Escuela Telesecundaria “Jaime Torres Bodet” ubicada en Calle Principal No. 8 Barrio Calatepec, Tlatlauquitepec, Puebla, C.P. 73900, “tú repartirás agua y vendrás a adornar la escuela para el 10 de Mayo”, dice en entrevista “L” de 14 años a periodismotodaprueba.blogspot.com

Eran las 10 de la mañana, de aquel miércoles, cuando la maestra del 2do. Grado, bajó al auditorio con las alumnas y alumnos a ensayar los bailables que preparaba para el día de las madres. “L”, entonces de 14 años, se quedó en el salón junto con otros tres compañeros.
“La maestra me dejó ahí con ellos, así que me quedé sentada en mi banca haciendo parte de mi trabajo pendiente. “Ángel” salió del salón y luego regresó a decir que la Maestra ya estaba ensayando y justo cuando empezó a sonar la música en la bocina, cerró la puerta. Entonces  “Arnoldo” y “Ángel” se acercaron a mí, con fuerza, Ángel me aventó y caí de la banca hacia atrás y Arnoldo comenzó a azotarme. Entonces, “Juan Diego” me agarró de los pies y me los abrió, me levantó la falda y bajó mi ropa interior,   “Ángel” comenzó a abusar de mí, me metió el pene, rompió mi blusa y me mordió mi pecho, “Desgraciada si no te dejas, te la voy a arrancar”, luego se me subió “Juan Diego” y también me metió el pene, yo pateaba y trataba de defenderme.

“Cógetela, Cógetela” decía Arnoldo.

-¿Eyacularon dentro de ti?, pregunta esta reportera.

-Sí, responde “L”

De verdad, que traté de gritar pero algo pasó con mi voz no salía y luego simplemente cuando pude gritar, me taparon la boca.

“Arnoldo me agarró de las manos y me las echó atrás, mientras Juan Diego me la metía”
“Yo trataba de defenderme, me pegaban, me azotaban. Eres una estúpida, me decían”
En algún momento, dos compañeros del grado de tercero se dieron cuenta de lo que ocurría: “Abran la puerta” dijeron. “No sean desgraciados” “Abran”, entonces entraron   y solo así pararon.  “Me rompieron mi falda, sangraba por la vagina, aún me duele, dice “L”
Uno de los jóvenes, de tercero, ayudó a “L” a levantarse. “L” se acomodó su falda rota. y fue a acusarlos con su Maestra.

“De seguro, tú los provocaste” “No le vayas a contar a tu mamá. Tú no digas nada, ellos son tres, incluso si dices algo ni caso te van a hacer, tú los provocaste y si pierdo mi trabajo será por tu culpa” le dijo una indolente maestra a su alumna violada.

“La maestra vio mi falda rota y que estaba manchada y aún así no hizo nada. Ella siguió ensayando. Solo un mes aguanté ir a la escuela, incluso me ponían a hacer el aseo con uno de los que me violaron. Entonces, comenzaron las burlas, las amenazas. Diario era lo mismo, sacaban las fotos y el video y se reían y se lo pasaban entre mis compañeros.   “Si tú dices algo, le vamos a hacer lo mismo a tu mamá y a tu hermanita, al fin, tu papá no está” decían los cobardes violadores a su víctima.
“Por miedo no dije nada, pero ya no aguantaba más y al mes le conté todo a mi mamá y le dije: Me violaron en la escuela”

“Cuando sepa la mamá de Arnoldo que acusaba a su hijo, me esperó atrás de la escuela y me dijo: ¡ellos son tres y tú una. Nadie te va a creer. Además, la maestra dijo que tú los provocaste. No acuses de nada a mi hijo o te va a pesar!

Días después, la madre de “L” interpuso una denuncia exigiendo justicia. Días después,  los padres de los violadores, buscaron a la familia de “L” y amenazaron: ¡Dejen las cosas así o los vamos a matar!
Así, la familia de la joven violada, tuvo que mudarse de casa a otro poblado.

¿Y el Director, y maestras? Ah, pues ellos solicitaron un cambio de escuela y eso fue todo.

¿Y “L”? Ella fue dada de baja de la escuela.  

“Ya no quiero regresar a esa escuela” “No quiero ni verlos” “Ni mi boleta me dieron” “Mi beca del Programa PROSPERA, me la quitaron” “He bajado en mis calificaciones” “Necesito ayuda”

-¿Cómo reaccionaron tus compañeros y compañeras al enterarse de lo que te ocurrió?

“Ni uno de mis compañeros me apoyó. Todos decían que yo los había provocado. Todos me dieron la espalda. Todavía de lo que me hicieron, ellos (los agresores) siguen en la escuela mientras que mi familia y yo tuvimos que dejar nuestra casa. Mi primera valoración fue positiva de violación. Me siento muy mal porque además no tenemos dinero para trasladarnos. Yo me siento muy mal porque cuando mi mamá me lleva al psicólogo, gasta en el pasaje y me siento muy mal, porque además no tenemos dinero” “Quiero que los metan a la cárcel, no quiero que quede impune lo que me ocurrió” Nadie nos hace caso, voy y vengo y nadie nos apoya y yo soy la víctima”, dice “L”

En Puebla, una de las Fiscales (Especializado en Justicia para Adolescentes, 10 poniente) Carmen Pilar Manríquez dijo a la víctima meses después de la agresión: “Ya estás limpia, ya no tienes nada, quizá solo fueron tocamientos”. La Abogada Gregoria de Jesús Olivares de apoyo a víctimas de la fiscalía también, escuchó esa indolente y estúpida frase a la que “L” respondió:

“No soy una niña chiquita para no saber lo que me hicieron. Ellos me violaron”

“Siento horrible, tenemos un año pidiendo justicia. Ni siquiera contamos con ayuda psicológica. Yo tuve que pagar las primeras sesiones. En el DIF estatal hasta las quinientas nos ofrecieron “ayuda” pero no servía de nada, las citas se las daban cada 15 días, cada mes, y eso así no sirve. Mi hija se cortó una mano con un vidrio por la depresión o desesperación y no se me hace justo que ella deba tomar pastillas para dormir, ha sido un año muy difícil. Aún hoy, me mandan a decir los padres de esos muchachos que “No la vamos a contar si sigo pidiendo justicia”.  Ahorita lo que más me importa es la estabilidad emocional de mi hija. ¿Cómo es posible, que ellos sigan como si nada en la escuela y mi hija tenga que seguir padeciendo estos agravios, esta pesadilla, no va acabar nunca? dice Sonia, madre de “L”

“Nunca han llamado a los tres jóvenes a declarar. Yo ya no quería exponer a mi hija, pero ella quiere continuar con esto hasta el final”

“Yo no los provoqué” dice “L”

El informe del exámen ginecológicoproctológico, -es parte de la Carpeta de Investigación  por el delito de Violación y Abuso sexual en contra de los menores-, del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Puebla,  número 195/2017/TLA, CDI  22/2017/TLA/CNPP “L” está esperando una tercera valoración por parte del Tribunal de Justicia para determinar examen colegiado, para determinar si fue o no violación. Pero será hasta después de Semana Santa…


El Director de  nombre, Luis Gabriel Sánchez Mirón, y los maestros María Elena Perdomo Juárez y José Rubén González Carrisoza solicitaron su cambio a la SEP. 

¿Cuántos exámenes más requiere la autoridad para creerle a la víctima?

¿Que hará la SEP contra el Director de la Telesecundaria y las dos maestras por no proteger a la víctima y cumplir con el protocolo de denuncia ante un delito tan grave como lo es la violación dentro de una de sus aulas?

¿Cuál es la sanción por minimizar la denuncia de la victima y con su silencio proteger  a los agresores?

¿Y la ley? ¿Acaso no pueden ser castigados estos jóvenes? ¿O se cobijarán bajo la justificación de ser menores de edad? Es decir, para unas cosas son aún "niños"...Es verdad, estos tres jóvenes, son menores de edad, pero ya saben violar y no han sido castigados.

Seguiremos de cerca este caso....

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FB: Yohali Reséndiz

viernes, 16 de marzo de 2018

DENUNCIAN ACOSO SEXUAL ALUMNOS DE LA ESCUELA CARLOS SEPTIÉN GARCÍA Y EXIGEN A LOS DIRECTIVOS ACTUAR CON FIRMEZA EN SU PETICIÓN: ¡QUEREMOS UNA ESCUELA LIBRE DE ACOSO!


Por Yohali Reséndiz

No es secreto que en la Escuela Carlos Septién García se han reportado casos de acoso sexual y de otra índole. 

“La respuesta de las autoridades de la institución fue tibia y debió marcar un antes y un después en la institución, no fue así y no hubo repercusiones y se envío con ello un mensaje de tolerancia e impunidad al resto de los potenciales agresores”, se lee en un pliego petitorio que los alumnos dirigieron a la dirección de la institución educativa" se lee en un pliego petitorio de alumnos compartido a esta reportera.


Preocupados, los alumnos han solicitado a la dirección, modificar el reglamento para que el acoso sea o no sexual, amerite la expulsión del plantel.

Según el reglamento bajo la dirección del  difunto, José Luis Vázquez Baeza estipula en su capítulo XI de las sanciones.

"Toda falta de respeto física, moral de palabra o de obra en contra de alumnos, maestros, personal administrativo y de intendencia, ameritará desde una amonestación hasta la expulsión  del responsable. Estos incidentes se reportaran a la Dirección  de Servicios Escolares. La acumulación de tres reportes ordinarios, ameritará la expulsión del responsable. Sin embargo, la gravedad de un solo reporte de indisciplina puede causar la separación definitiva.

La falta de explicación en el texto constituye  "una falta de respeto” y la “gravedad de un solo reporte de indisciplina” hace que  se someta a la “opinión” de aquellos a cargo de la Dirección de Servicios Escolares.

Se invita a la Comunidad Septién, docentes, alumnos, padres de familia, autoridades correspondientes, personal administrativo, egresados y cualquier persona interesada en mejorar la calidad institucional, convivencia universitaria y/o reafirmar  a la Escuela Carlos Septién García como un espacio libre de acoso y violencia a:

1)Modificar el capítulo XI de las Sanciones del Estatuto – Reglamento para que el acoso u hostigamiento, sexuales o no, sean considerados una falta  grave y, por lo tanto ameriten la expulsión del estudiante.

2) Que las disposiciones penalicen el acoso ocurrido a través de redes sociales o por medio de llamadas telefónicas ya que estos  comportamientos también perjudican  la sana convivencia en una educativa. 

3) Que los cambios al Estatuto – Reglamento se discutan con la comunidad estudiantil para atender sus dudas y demandas.

Estos tres puntos anteriores, por simples que parezcan, nos recuerdan  la necesidad de claridad y disciplina en las normas para lograr un ambiente  de respeto y recordar que, cuando se hace caso omiso de la necesidad de justicia de las víctimas, la reputación de la institución es manchada.


Huir de la controversia es contraproducente. Si callamos, somos cómplices del acoso. Cambiemos hoy las normas para proteger a los futuros estudiantes y poder decir, sin hipocresía, que estamos orgullosos de ser Septién. Juntos mejoramos la Septién".  finaliza el comunicado.