A ella no la mató el parto sino las tijeras olvidadas dentro de su vientre.

Por Yohali Reséndiz


Cualquier médico que ama su profesión, de tenerla, se le caería la cara de vergüenza de saber que existen profesionistas que por su incapacidad en lugar de salvar personas, las matan.

Cualquier Presidente, Gobernador, Secretario o Director de un hospital, de tenerla, se le caería la cara de vergüenza al conocer las cifras obscenas de casos de negligencia, de partos afuera de hospitales o clínicas en los que las pacientes no pudieron ser atendidas por los médicos debido a sobrecupo, incapacidad o falta de personal. Dramas humanos. Dramas anónimos.

En Oaxaca por ejemplo, 15 de cada 100 mujeres embarazadas no tienen acceso a un parto atendido por personal capacitado. Por cada cien mil niños nacidos vivos mueren 60 mujeres, según cifras del Observatorio de Mortalidad Materna.

El más reciente fue el 8 de febrero en el Puerto de Salina Cruz, zona del Istmo de Tehuantepec, en donde una joven de 17 años alumbró en el estacionamiento de una clínica del IMSS. Y la Comisión Nacional de Derechos Humanos ha comenzado a emitir recomendaciones al gobierno estatal.

En México, cada mujer embarazada recibe en promedio 5 consultas médicas. Oaxaca está por debajo de la media con 4.83 y por encima de la media nacional en mortalidad materna.

10 de Febrero del 2013

Llegó al hospital Rural del IMSS en Miahuatlán de Porfirio Díaz Oaxaca. Era indígena y había recorrido un largo camino para llegar al hospital ya que en la Sierra del Sur donde ella vive no existe atención médica.

En unas horas, la paciente dio a luz a dos preciosas niñas solo que hubo complicaciones y la decisión médica fue practicarle una cesárea. Todo salió bien, excepto porque, uno de los médicos cerraba su estómago y olvidaba unas tijeras quirúrgicas dentro de ella.

La fiebre alertó y un fuerte dolor en el vientre casi la desmaya. Los médicos como es la costumbre, solo adivinaron. "no se preocupe madre, seguro son cólicos o se le están acomodando lo que removieron durante la cesárea" cuatro días después, la dieron de alta.

Ningún médico pidió unos rayos x o ultrasonido. Ningún médico fue capaz de atenderla de manera profesional y a cambio, ella recibió medicamentos basados en adivinanzas y suposiciones. Los mismos medicamentos de siempre: Paracetamol y Ketorolaco.

Ese cuerpo extraño causó una infección y los dolores eran insoportables. "Hay una infección en la matriz, tenemos que operar" dijo un médico. La situación era mas complicada y el grupo de médicos tomó la decisión: "hay que inducirla en coma".


25 de Febrero de 2014

Pasó un año entero de ese estado de coma que mantuvo a esta mujer internada. Sin embargo, la paciente falleció a consecuencia de aquella infección que presuntamente le provocó el personal médico del Hospital Rural de IMSS de aquella localidad desde el principio.

No es la primera vez que la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) inicia un expediente de queja para investigar la presunta negligencia médica y violaciones a los derechos humanos cometidas en contra de la indígena zapoteca de la Sierra Sur, en el año 2013. Raúl Plascencia, envió visitadores a la Sierra Sur para verificar los hechos y entrevistar a familiares de la víctima, médicos y enfermeras y solicitar información a las autoridades sanitarias locales y de la Procuraduría General de Justicia del estado.

A su vez, la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDPHO), coadyuvará en la investigación que lleva a cabo la CNDH.

En 2011, 50 mujeres oaxaqueñas murieron durante o después del parto. Más de la mitad de las mujeres que fallecieron a causa del embarazo en Oaxaca eran indígenas.

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