Por Yohali Reséndiz
18 de Octubre
Aquél sábado no era distinto de los demás sábados. Manuel Muñoz apoyado por Juan Carlos, su nieto de 22 años abrían el local donde comercian ropa en la colonia Prado Vallejo, en un horario de 8:30 hasta las 2:30 de la tarde.
Cada sábado, Juan Carlos permanecía en compañía de su abuelo, hasta que Arturo Briones, -su padre- pasaba por él para convivir lo que quedaba del fin de semana.
Era mediodía, cuando Juan Carlos le pidió dinero a su abuelo para comprar un refresco. Manuel le dio un billete de 200 pesos.
"Me desocupé de mis actividades a las 2:00 de la tarde y pasé al sitio donde mi padre se encontraba y no vi a mi hijo, le pregunté a mi papá por él y me dijo que mi hijo, había ido a comprar un refresco, no vi problema pues me lo dijo muy calmado. Llegué a casa de mi madre a recoger a mi hija y le comenté que no vi a mi hijo con mi papá porque se había ido a comprar un refresco, mi madre me dijo: que desde las 12:30 o 1:00 de la tarde había ido por el refresco, -ya que ella a esa hora había pasado por ahí y tampoco lo había visto-" relata a periodismoatodaprueba@blogspot.com Olivia, madre de Juan Carlos.
"¿Papá dónde está Juan Carlos? " la angustia se apoderó de Olivia. Y buscó a su hijo, en la tienda, en el tianguis de la Av. Vallejo de la delegación Gustavo A. Madero. El padre de Juan Carlos se unió a la búsqueda. Y fue en un puesto de juguetes donde confirmaron que el hijo de Olivia había comprado un juguete verde y pagado con un billete de 200 pesos, para luego dirigirse en dirección contraria a su casa.
La zona de Vallejo, Torres Lindavista, Cien metros, fueron recorridas en su búsqueda. En punto de las 20:30 Olivia llamó a Locatel y acudió a las autoridades a levantar una denuncia. El caso fue remitido a C.A.P.E.A -Centro de Atención a Personas Extraviadas y Ausentes-, y ahí se realizaron los volantes correspondientes para elaborar una cédula de identificación. Como todos los padres que tienen un hijo desaparecido, de aquella hoja, sacaron cientos de copias y comenzaron a distribuirlas en cada rincón de esta ciudad.
"En ningún ministerio público, albergue u hospital de la ciudad de México se encontraba Juan Carlos. Pedí que se emitiera la Alerta Ámber pero me explicaron que era imposible ya que es para niños o menores de 18 años, mi hijo tiene la condición mental de un menor de 12 años de edad. Al observar que nadie me hacía caso, decidí ir a Tlalnepantla a levantar una denuncia por desaparición y solicité los videos de las cámaras de la zona donde fue visto. Debo decir que en Tlanepantla, nadie me atendió, encontré cerrado O D I S E A -que es un organismo igual a CAPEA DF-, me dirigí a otra agencia del MP con abogado que nos asesoró y acompañó a los posibles sitios donde pudiesen remitir a una persona en situación de calle y al comprobar que no estaba ni detenido ni en hospitales regresamos a CAPEA a levantar la denuncia, ahí volví a insistir en la Alerta Ámber y me volvieron a decir que solo a menores de 18 años. En conclusión la Alerta Amber no protege ni salvaguarda la integridad física de las personas con discapacidad mayores a 18 años solo a niños y pues a las personas que no son adultas mentalmente y tampoco niños físicamente las dejan en estado de indefensión total y absoluta". Dice Olivia.
Martes 24 de Octubre
"Vieron a una persona con las características de Juan Carlos en la zona de Tlanepantla, Gustavo Baz y Fraccionamiento San Nicolas" eso le dijo Arturo a Olivia.
Fue en un Waldos cercano a la zona donde una cajera identificó a Juan Carlos como el joven que le pagó un jugo.
El checador de la ruta de microbuses también confirmó: "sí, en las tardes luego viene con la señora de los dulces".
Y algunos motociclistas afuera de un comercio, aseguran que Juan Carlos les comentó que necesitaba hablar con su mamá.
Muchas personas más lo ubican como un joven que se sube a pedir dinero en el transporte público.
"Me parece inusual en mi hijo, ya que una característica de su síndrome es ser antisocial, a él no le gusta estar entre la gente, es espectroautismo, es decir, en su mente crea una realidad que lo abstrae de lo que pasa a su alrededor en espasmo y no tiene esa costumbre de subir transportes". Dice Olivia.
Y un dato más.
Mientras los padres de Juan Carlos lo buscan incesantemente, Olivia observó que un vendedor ambulante tenía una camisa idéntica a la de su hijo. El hombre traía colgado y volteado un gafete al que nunca le pudo leer los datos.
Y sí...la camisa era idéntica a la de su hijo.
Si usted tiene algún dato del paradero de Juan Carlos, favor de enviar un mensaje a:
periodismoatodaprueba@gmail.com
¿Tiene alguna denuncia?
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