Por Yohali Reséndiz
Rosa, aún recuerda el 21 de febrero del 2019 como si fuese ayer.
Aquella noche con ayuda de varias mujeres solidarias escapó del que había considerado su hogar hasta que la violencia entró por el resquicio de la ventana.
Al salir, se miró como si fuese parte de la escena de una película y se miró temiendo por su vida y entrando a un refugio. "Te voy a matar" era la frase que le dolía el alma....y dolía por que jamás imaginó que aquella relación terminara así.
Durmió. Por primera vez en mucho tiempo, durmió y al salir el sol, se presentó en la Fiscalia General de Justicia de la Ciudad de México pues por fin, había decidido interponer una denuncia en contra de aquel hombre que alguna vez amó y respetó. Con el corazón apachurrado, quiso explicar al Ministerio Público porque había escapado.
"Quiero denunciar que soy víctima de agresión física, psicologica y sexual por parte de Luis Miguel Ruiz Aramburo" dijo con voz suave pero firme.
"A ver, a ver, sólo puede denunciar un delito a la vez, no todos juntos" dijo el indolente e incapaz Ministerio Público.
"Narre solo el hecho más reciente" remató entre bostezos.
"Él me retuvo contra mi voluntad y amenazó con matarme, me ha violentado sistemáticamente" sostuvo.
Ella tenía las palabras reunidas en la garganta y quiso seguir explicando al incapaz que le tocó en la mesa de aquel horrendo lugar al que terminan las mujeres que miran a una fiscalia como la ultima opción de salvarse...
Comenzó a explicar que le preocupaba que él se había quedado en el departamento y que el contrato estaba a su nombre, dijo que ahí estaba su patrimonio junto y que él tenía el control de las llaves de la casa, de su vida, respiración, movimientos, salidas y hasta de las personas que la rodeaban.
"En diciembre me lesioné una pierna por lo que no podía caminar y al vivir en un cuarto piso, dependía totalmente de él. No me permitíó ver a mi familia y solo permitia que me visitaran las personas de su confianza" declaró la víctima.
"A ver, a ver ese eso ocurrió apenas o es un hecho anterior, solo dígame el hecho por el que llegó" remarcó el Ministerio Público huevón. Presa de la burocracia, proporcionó sus datos personales y le agendaron una cita para un peritaje psicológico porque para la autoridad es importante que las mujeres NO MIENTAN y realmente tengan una afectación y cómo Rosa no llevaba lesiones físicas pues habría que demostrar que "estaba afectada" para que su denuncia "procediera".
Días después, fueron llamados dos testigos que dieron fe de la relación y de que vivian juntos. "Mi agresor me seguía haciendo daño, amenazó con matar a mis padres y hacer daño a otros conocidos si no continuaba con él, por lo que se me otorgó un código águila, (patrulla que por cierto, jamás se presentó al domicilio donde ella vivía), yo misma lo grabé cuando comenzó a agredirme, es su voz, era él, repitiéndo que yo era una mierda, los voy a matar, te voy a matar", recuerda.
El domicilio de Rosa permanece en sobre cerrado y desconocido hasta la fecha por su seguridad. "Varias veces Luis Miguel apareció en casa de mis padres y de algunos familiares, asegurando que estaba preocupado por mí y hasta levantó una denuncia de que me encontraba desaparecida" dice en entrevista para periodismoatodaprueba.blogspot.mx
El peritaje psicológico arrojó y que requería atención psicologica urgente. "Y aún con esa urgencia me dijeron que no podía tomar terapia hasta después de realizada una prueba psicológica porque me dijeron que si iba a terapia se podrían alterar los resultados, así que no me atendí", dice.
Al dictamen preliminar del daño emocional, también se consideró en la misma carpeta que él debía asumir los daños causados al departamento.
"Me llamo el casero para decirme que él se había ido, cuando llegué, no había nada. Se robó varias de mis cosas, causo daños a la propiedad que tuve que pagar al casero" dice Rosa.
Ella conservó su número de celular y Luis Miguel Ruiz Aramburo continuaba enviándole mensajes agresivos y denigrantes.
Para entonces su denuncia había cumplido un año.
Él libre y ella en una casa de resguardo.
La carpeta para no variar estaba plagada de errores en la redacción era ya 2020 y la carpeta seguia sin Judicializar, la víctima tuvo que solicitar varias veces que se corrigiera.
Rosa presentó a la "Lic" que lleva el caso, una prueba irrefutable de la violencia del hecho y de días posteriores.
"Pues si se los acepto, como usted vea, pero se va a quedar sin celular eh, como usted me diga" dijo otra incapaz. La denuncia llevaba un año y el imputado ya no vivía en el mismo domicilio que ella conocía, y la autoridad desconocía su paradero.
"Cuando le digo que si acepto dejar mi teléfono, la autoridad me dice: uyyyy son audios, lo siento pensé que eran video. Es que no tenemos perito en audio y así pues esta difícil, esta prueba queda desestimada" dijo la incapaz, que bien pudo escuchar los audios y asentarlos, pero había que escribir y pueeees.
En ese tiempo se llevó a cabo una audiencia en el Reclusorio Oriente donde el Imputado no se presentó y se falló a favor de Rosa y a pesar de que obtuvo una restricción a su favor, perdió su empleo.
"Vivo escondiéndome y él está libre" dice.
Era Marzo del año pasado y la pandemia como muchas otras cosas, detuvo su denuncia: "Nosotros la buscamos cuando haya un avance o cuando sea el proceso de judicializar la carpeta" le dijeron.
Y así pasó Abril, Mayo, Junio, y en Julio y Rosa se presentó en la Fiscalía.
"Hijóle, su carpeta ya no está aqui, permítame tantito" le dijo una secretaria y así pasaron un par de horas.
"Cuando localizan mi carpeta, ya la tenía otra licenciada y ni siquiera tenía conocimiento de mi caso y otra vez me hace narrar los hechos un año despues" dice Rosa.
"Regrese en Agosto y le llamamos cuando esté en proceso de judicializarla, ¿qué no ya estaba en proceso?" recuerda la víctima ya molesta.
Así, en Agosto regresó y no había ningún avance y pasó Septiembre, Octubre, Noviembre, Enero, Febrero y en Marzo del 2021 y a pesar de la pandemia, vuelve a presentarse.
Su denuncia ha cumplido 2 años 1 mes.
"En la recepción la detienen y ya no me permiten el paso" cuenta Rosa. "Mande un correo, estamos en semáforo rojo, ustedes se molestan pero las órdenes vienen desde arriba" dijo la recepcionista.
Al ingresar a la dirección electrónica y solicitar una cita, el sistema le jugó una broma...
"Leo que no hay citas disponibles, no da una opcion o una fecha aunque sea meses después, solo arroja que no hay citas disponibles, que si quiero puedo realizar una consulta en linea y lo hago...al entrar para realizar la consulta es un proceso complejo ya que piden abreviaciones técnicas que uno desconoce, asi que una por una me puse a buscar hasta que di con mi carpeta...
No me permite revisar, no me permite nada, solamente un cuadro de diálogo que me pregunta cuál es mi consulta, ingreso mi situacion de que quiero saber en que va el proceso de mi carpeta debido a que solo permiten 2 renglones para la consulta y no lo logré.
Cumplí 2 años de mi denuncia, mi agresor y el de muchas otras ya que fuimos varias chicas las que alzamos la voz, sigue LIBRE, afuera y a mi nadie me ha explicado si mi caso amerita ser judicializado" cuestionar Rosa.
¿eso no es suficiente para que la Fiscalia General de Justicia de la Ciudad de México le atienda como merece?
Dos años...que suman a la impunidad de un caso más y dos años que restan en la vida de una mujer que sigue sin encontrar respuesta a varios agravios.
2 años 1 mes... 2 largos años...la pérdida de empleo, el robo de un patrimonio... vivir escondida y traer encima ansiedad y miedo....
El número de carpeta es : CI-FJF/75TER/UI-3. S/D/ 00194/02-2019 y se encuentra en la Fiscalia de Procesos de Juzgados Familiares de la FGJCDMX, por si la autoridad se da el tiempo y quiere hacer algo por una mujer que tiene aún vida más no libertad.
¿Tienes una denuncia? periodismoatodaprueba@gmail.com
¿Ya me sigues en Twitter? @yohaliresendiz
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