jueves, 3 de octubre de 2019

“Su hija ha sido víctima de un ataque de carácter sexual”, le dijo la especialista a la madre y clavó otro puñal verbal: “Una niña de 11 años le introdujo los dedos en la vagina de su hija hasta sangrarla en los baños de su escuela" La autoridad reculó: Es menor de edad, no hay delito que perseguir. #MORELOS #ASIno


Por Yohali Reséndiz

“Hacían varios días que mi hija de tercer grado de primaria, me decía que una niña de 6to. grado la molestaba. Cada situación la hice del conocimiento del Director, Pedro Pérez Santos y siempre obtuve la misma respuesta: Señora, son niñas y ahí no podemos hacer nada. 

Casi siempre, esta niña la seguía a los baños, y ahí la molestaba físicamente, hasta que comenzó a arrinconarla y se atrevió a tocar sus partes íntimas. Asustada, mi hija, me refirió que ya no quería ir más a la escuela. Me sentí muy desorientada, estaba muy alarmada y al menos acudí 5 veces con el Director para acusar a esta niña de 11 años y obtuve la misma respuesta. 

No supe qué hacer. Luego unos días pararon las agresiones y supuse que habían hablado con ella y con sus padres. Creí que ya habían puesto orden. Sin embargo, cada que mi hija se quedaba en la escuela, mi corazón se me apachurraba ¿Cómo iba  a imaginar lo que le pasaría a mi pequeña? Desde el día de la violación. Mi hija no asiste a la escuela” narra para periodismoatodaprueba.blogspot.com Tatiana, madre de una menor de 8 años, ambas originarias del Estado de Morelos.

Fue el miércoles 18 de septiembre, el día que Tatiana recibió una llamada de la Maestra de su hija:

-Señora, algo le ha pasado a su hija, necesitamos que venga a la escuela.

Tatiana se gastó lo que tenía para la comida y pagó un taxi, sentía que las piernas no le respondían, quería llorar y no podía. Tenía un nudo en la garganta. Algo no estaba bien. Al llegar, la maestra “I” responsable del grupo, le dijo: su hija tiene sangrado vaginal por “causas desconocidas”.

Los hechos ocurrieron aproximadamente a las 11 de la mañana, dentro de los baños de las niñas de la Escuela Primaria Narciso Mendoza ubicada en el Municipio de Atlatlahuacan Morelos. Tatiana acudió al DIF Municipal en dónde la atendió una psicóloga, la cual entrevistó a “solas” a la menor. 

“Su hija ha sido víctima de un ataque de carácter sexual”, le dijo la especialista a la madre y clavó otro puñal verbal: “Una niña de 11 años le introdujo los dedos en la vagina de su hija hasta sangrarla en los baños de su escuela”.

“Sentí morir” dice Tatiana.

La menor fue trasladada en ambulancia al Hospital General de Cuautla para su atención médica y al ser revisada, los médicos determinaron remitirla al Hospital del Niño Morelense, ubicado en el Municipio de Emiliano Zapata y fue ahí donde la madre levanto la denuncia  CT-UEDS/4688/2019 ante la Licenciada Elizabeth Morales Ibarra, Ministerio Público  la Unidad Especializada en Delitos Sexuales y Violencia Familiar de la Fiscalía General del Estado (Regional Oriente) quién ordenó desde el 27 de Septiembre a la Policía de Investigación recabar información para conocer la forma comisiva de los hechos, la plena identificación del imputado y el lugar donde ocurrió y “demás” datos que contribuyan al esclarecimiento de los hechos. ¿Avances? Ninguno.

“A pesar de la denuncia, me dijeron que legalmente no puedo proceder porque quién violó a mi hija es menor de edad” dice Tatiana ahogada en llanto producto de la rabia y frustración.

“Mi hija está triste. No come bien. Despierta llorando. Me dijo un médico que le rasgaron su himen ¿Cómo se le explica a una niña de 8 años el daño? Mi hija ha dejado de jugar y llora todo el tiempo”.

La pregunta es dolorosa pero necesaria, ¿Cuéntame cómo pasó?

“Mi hija me dice que ocurrió en el baño. Estaba saliendo de hacer pipí, cuando de pronto sintió un empujón y un golpe en el estómago, luego la niña le levantó la falda y metió la mano y busco hacerle a un lado el calzón y le metió los dedos hasta sangrarla. Mi hija tiene 8, ella es mucho más grande en peso y fuerza. Mi hija me dijo que quiso gritar y no pudo. Que sintió como le raspó con sus dedos”.
“Si dices algo, te irá peor”, amenazó la menor y se salió del baño.

La hija de Tatiana al sentir dolor, fue con su maestra, y le contó lo que había ocurrido. 

Tatiana  no lo pensó y decidió comentarlo a los padres de familia de la escuela, quienes la apoyaron y exigieron que el Director fuera expulsado. Con esta fecha (2 de Octubre) los padres fueron notificados que ya ha sido removido del cargo ¿Sirve de algo? No.

“Cada que mi hija llegaba con golpes, acudía con el Director y él nunca hizo nada”, dice la madre a esta reportera.

Y es verdad, la menor tiene 11 años y no se puede ejercitar acción penal contra ella, ¿y entonces el daño IRREVERSIBLE causado? (por cierto, la de 11 años, ya regresó a la escuela). También es verdad que así como la hija de Tatiana y su madre requieren apoyo psicológico para enfrentar el abuso sexual, la otra menor también requiere apoyo psicológico y con ello, determinar si es o no víctima de abuso sexual e investigar por qué o de dónde está imitando esas acciones y en caso de que la menor fuera víctima, ejercer acción penal contra él, la o los responsables. 

Así que, sí hay delito qué perseguir.  Es necesario resaltar, la omisión de las autoridades educativas quienes como en las iglesias solamente cambian de entorno y lugar de residencia a los curas pederastas (en este caso, maestras o maestros) permisivos, que minimizan, no atienden y no brindan la seguridad necesaria a los alumnos y alumnas en sus planteles.

“No se puede hacer nada” es una respuesta inaceptable para una madre que denunció ante la máxima autoridad de la institución escolar, un acoso y bullying permanente de una menor contra otra.

“No se puede hacer nada” es una respuesta que indigna a una madre que aquella mañana llevó a su hija a la escuela sin imaginar que horas, más tarde, una menor de 11 años, le metería los dedos en la vagina hasta sangrarla.

“No se puede hacer nada” es una respuesta que ninguno ni ninguna se tenga o no hijos debemos aceptar.

En este blog, atendimos la denuncia y daremos seguimiento. Aquí “Sí haremos algo” como  el conseguir a través de la Fundación Yohali Reséndiz, un especialista que atienda a ambas menores (al menos, en primer instancia a la víctima y a su madre que está localizable) y cuenten con las herramientas necesarias para sanar. A la madre, le conseguiremos un apoyo jurídico para que la autoridad sea obligada a investigar la raíz de la agresión. Y a la autoridad, desde este espacio no podemos conseguirle ni comprarle empatía con las víctimas, pero si podemos exigir y expresarle,  un basta ya¡ de sólo cambiarlos de escuelas a quiénes no aplican protocolos de seguridad y prevención dignos para sus alumnos.
 Al día de hoy, ninguna de las Maestras de la víctima ha sido capaz de ir a visitar a su alumna. Ni una llamada a la madre al menos por hipocresía o solidaridad. De entrada lo único que demuestran es la poca…. sensibilidad…claro, lo entendemos, es su alumna no su hija, ¿Qué no? Amable lector: ¿Puede imaginar cómo se siente la mamá de la menor? ¿Qué pasa en la mente y corazón de la víctima?
Señores, México es el primer lugar, en Abuso Sexual Infantil. Autoridades, siempre diré que estas cifras vergonzosas que nos posicionan con este lugar es gracias a su poca ética, indiferencia y desdén con que tratan a las víctimas…piensen… ¿Qué harían si le ocurre algo así a alguno de sus hijos?
¿Tienes una denuncia? periodismoatodaprueba@gmail.com
¿Ya me sigues en twitter? @yohaliresendiz


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